Oigo caer gotas en mi ventana,
oigo como el viento mueve los ríos,
oigo tu llanto y veo dos cristales caer por tus mejillas.
La gente no te valora,
la gente te contamina,
no saben de tu importancia,
sí saben de economía,
de sus fábricas sale todo el plástico que en ti termina.
¿Podrán tomar conciencia algún día?,
tal vez sea muy tarde,
o tal vez ya lo definan,
que sin agua como espejo
aquí no hay ser que viva.
Ana Sofía.